Descubre el alma detrás del santuario
El Legado de Paraiso de la Bonita
Un Santuario Dedicado al Amor junto al Mar
En el corazón de la Riviera Maya, Paraiso de la Bonita es más que un resort: es una carta de amor hecha realidad. Rodeado por exuberantes manglares y acariciado por las aguas turquesas del Caribe, este santuario nació de un profundo gesto romántico: el arquitecto Carlos Gosselin construyó y regaló este hotel a su amada esposa, a quien llamaba cariñosamente La Bonita.
Un Homenaje al Arte y la Cultura
Paraiso de la Bonita no numera sus suites, sino que les da el nombre de los lugares, países y ciudades que visitaron sus dueños originales. Dentro de sus 90 suites frente al mar, piezas de arte seleccionadas manualmente reflejan la riqueza de siete regiones culturales. Textiles, cerámicas y muebles de Asia, India, Bali, el Mediterráneo, México, el Caribe y África se unen en armonía, creando una atmósfera de elegancia global centrada en la serenidad, el bienestar y el romance.
Una filosofía arraigada en la plenitud
El alma del resort se fundamenta en el bienestar holístico. Desde yoga al amanecer frente al mar hasta tratamientos exclusivos y la piscina Thalasso, los huéspedes experimentan una fusión de terapias ancestrales y lujo contemporáneo diseñado para rejuvenecer cuerpo, mente y espíritu.
Un Lugar Para Reencontrarse
Aquí, la privacidad es sagrada, la belleza es intencional y cada detalle cuenta una historia. Desde la arquitectura hasta las obras de arte, desde los rituales del spa hasta la gastronomía, Paraiso de la Bonita invita a los huéspedes no solo a hospedarse, sino a reconectarse, reflexionar y recordar que el verdadero lujo es aquel que toca el alma.
El Alma de La Bonita
Cosmo
Cosmo, el Guardián del Paraíso, recorre con serena elegancia las terrazas y jardines bañados por el sol. Sus vibrantes plumas y mirada serena ofrecen a los huéspedes un instante de asombro, recordándonos que la belleza, como la sabiduría, a menudo se revela con delicadeza en las formas más atemporales de la naturaleza.
Sofia
Sofía, la apreciada guacamaya, es mucho más que una querida compañera, es parte del alma de Paraíso de la Bonita. Durante años, su vibrante presencia y sus melodiosos llamados han llenado nuestros jardines tropicales, encarnando el espíritu de este lugar extraordinario. Tras un breve tiempo de ausencia, Sofía ha regresado al santuario que conoce como su hogar. Rodeada una vez más por las palmeras que se mecen y los ritmos del mar, retoma su alegre vigilancia sobre la propiedad, siendo un símbolo eterno del carácter y la belleza que definen este lugar.
Galería de Arte
Las obras de Luis Sottil, creadas bajo su concepto de Naturalismo Emocional®, capturan el espíritu sensible de la naturaleza. Cada pieza invita a un momento de pausa y reflexión, guiando a los huéspedes hacia una conexión más profunda. El arte no solo es decoración, sino una transformación.
Bebida de Bienvenida
Inspirado en el sagrado simbolismo del jade maya, el Cucu Fizz combina pepino, piña y cítricos en una refrescante bienvenida. Cada sorbo rinde homenaje a la energía ancestral y la pureza natural, ofreciendo un comienzo vibrante para la experiencia que le espera en Paraiso de la Bonita.
Figuras Decorativas
En el Bonita Piano Bar, los dragones Esperanza y Prosperidad representan protección espiritual y abundancia. Originalmente parte de una suite especial, ahora custodian nuevas historias y momentos íntimos, recordándole que cada rincón del resort guarda memorias vivas.